Relación de amor y odio, el toro.

Este tema nunca he sabido como tratarlo de hecho en la carrera se planteó muchas veces, antes de nada deciros que estoy en contra de las corridas de toros.



Pero a pesar de todo siempre me ha sorprendido la relación entre los toreros y los toros sobre todo el nexo de unión que existe entre ambos, en la sociedad que vivimos los toros como animales salvajes serían inviables de hecho hoy por hoy no los hay. Es de ingenuos pensar de qué alguien tenga tierras para tener toros sin ningún beneficio, es triste pero es la realidad. El único fin de un toro para un ganadero es la reproducción ya que la carne de toro no reporta el mismo beneficio que la carne de vaca, a todo esto unimos que el hábitat del toro son los pastos cada vez más escasos en España.

Ningún parque natural de España alberga por sus características toros, de hecho se hace muy difícil su implantación porque los toros plantean problemas en las reforestaciones ya que tienden a pisotear y comerse las plantaciones de árboles y los brotes, otro problema es que tienen muy poco poder de adaptación a un medio que no es el suyo.

Los ganaderos queriendo o sin querer están ofreciendo un hábitat ideal a los toros ya que están alternando los pastos, olivos y alcornoques, aunque su fin ultimo sea aprovechar al máximo sus tierras han creado una dehesa perfecta para este tipo de animales en la que se combinan zonas de sombra con zonas de pasto.



Este planteamiento no es nuevo de hecho muchos biólogos y ambientólogos (hay que reivindicar la profesión, jeje) lo defienden de hecho es muy fácil de defender. A mi particularmente lo que siempre me ha llamado la atención es el cariño que tienen los toreros al toro, aunque sea paradójico es así, pero si lo pensáis es lógico se pasan todos los días conviviendo con ellos, disfrutan de ellos y además les reportan beneficios.

La salvajada es lo que sucede después, las corridas de toros es lo más parecido a los circos romanos donde un animal salvaje se enfrenta a un hombre, eso sí en condiciones desiguales para empezar no es extraño que a las reses se le lijen los cuernos antes de empezar la corrida, la punta de los cuernos de los toros es donde tienen el equilibrio al igual que nosotros lo tenemos en los oídos, nada más salir a la plaza el animal se siente desorientado si a esto le unimos que los toros son animales muy tranquilos y porque no decirlo algo vaguillos se sienten presionados a corretear por la plaza ante el jaleo del público. Una vez metido en faena se puntillea al toro para que pierda fuerza y para colmo las banderillas, en fín todo esto ya sabemos como acaba, con sufrimiento de un animal totalmente indefenso, gimiendo de dolor.

Como os comentaba al principio aquí esta la paradoja la simbiosis entre el toro y el torero, quizás ambos dependan uno del otro para existir, una relación de amor odio donde siempre pierde el mismo. En mi opinión es un tema algo complejo donde no todo es blanco ni todo es negro, por supuesto esto no tiene nada que ver con las fiestas de los pueblos donde se le ponen antorchas en los cuernos, se le clavan lanzas a ver quien mata al toro y un largo etcétera de salvajadas.